Familias y organizaciones que apoyan a miles de personas con discapacidad intelectual de Ucrania denuncian el abandono de la comunidad internacional
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Plena inclusión España reúne en un webinar a familiares, portavoces de ONG ucranias y de redes europeas de ayuda para animar al compromiso ciudadano con su causa
Plena inclusión España prosigue desarrollando acciones de sensibilización y apoyo a decenas de miles de personas con discapacidad intelectual y del desarrollo que permanecen en Ucrania, en medio de la guerra, en condiciones de extrema precariedad. Para dar a conocer lo que está sucediendo en el país invadido por tropas rusas, la confederación española que agrupa a 950 asociaciones de apoyo a las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo y sus familias ha celebrado un webinar en el que se han escuchado las voces de familiares, organizaciones internacionales de solidaridad y de representantes de Plena inclusión que acogen en Toledo a personas con discapacidad que han llegado a nuestro país huyendo de la barbarie.
Raisa Kravchenko, portavoz de Coalición VGO, que agrupa a 118 asociaciones ucranias que apoyan a 14.000 personas con discapacidad intelectual, participó en el webinar desde su casa (100 km al sur de Kiev) donde cuida a su hijo, un joven de 28 años, con autismo y grandes necesidades de apoyo. En una conexión en directo que ha quedado grabado en un video, una de las representantes más visibles de la Coalición VGO, denunció el abandono en el que han quedado las familias y las personas con discapacidad: “Necesitamos dinero para contratar asistentes personales, para que las madres tengan algo de ayuda y respiro. Porque tenemos miedo a que se institucionalice la situación, que las personas queden en residencias encerradas sin contar con los apoyos suficientes. Ya pasó durante el confinamiento, en la pandemia”.
Kravchenko agradeció la solidaridad que llega de España y clamó para que, si la guerra se alarga, no nos olvidemos de que las necesidades de lo más básico no van a desaparecer sino a aumentar. “Irse y estar a salvo en el extranjero, o quedarse en casa en un entorno familiar, pero con el peligro de la guerra son decisiones difíciles para muchas familias de personas con discapacidad intelectual”, dijo.