Más de 200 personas con discapacidad intelectual han conseguido establecerse en sus puestos de trabajo en el Servicio Andaluz de Salud

Más de 200 personas con discapacidad intelectual han conseguido establecerse en sus puestos de trabajo en el Servicio Andaluz de Salud

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Las incorporaciones a los distintos centros hospitalarios y de salud tuvieron lugar en mayo de 2021

 

Tres meses después de que más de 200 personas con discapacidad intelectual se hayan incorporado a sus puestos de trabajo en el Servicio Andaluz de Salud (SAS), Plena inclusión Andalucía ha querido hacer un balance de esta oportunidad laboral sin precedentes para las personas con discapacidad intelectual en nuestra comunidad.

“Ha sido un proceso dilatado en el tiempo en el que hemos querido mostrar de manera efectiva todo nuestro apoyo tanto a las personas con discapacidad intelectual y sus familias que por fin conseguían su puesto de trabajo, como al personal implicado de los centros sanitarios que los acogerían”, nos explica María Viejo, responsable del área de Empleo en Plena inclusión Andalucía. “La Dirección General de Profesionales del SAS nos pidió colaboración para mantener reuniones presenciales con los responsables de Recursos Humanos y Económicos de los hospitales y distritos sanitarios de 6 provincias andaluzas. En esas reuniones, Plena inclusión Andalucía, ha estado presente dando sesiones de sensibilización sobre las capacidades y competencias de las personas con discapacidad intelectual. También hemos ofrecido apoyo durante las incorporaciones a las personas con discapacidad intelectual, a los profesionales y a los responsables a través de los técnicos de empleo de las entidades miembro, con objeto de poder llevar a cabo la metodología de empleo con apoyo”, afirma la responsable de Empleo de la federación andaluza.

La metodología del empleo con apoyo tiene como objetivo ofrecer un sistema de apoyos individualizados para facilitar la adaptación social y laboral de trabajadores con discapacidad con especiales dificultades de inserción laboral en empresas del mercado ordinario de trabajo. Estos apoyos se ofrecen por preparadores laborales especializados, dentro y fuera del lugar de trabajo. “Nosotros podemos hacer el mismo trabajo, solo que nos cuesta un poco más aprenderlo”, nos dice Juan Antonio Moreno, que segura emocionarse cuando es consciente de que por fin ha conseguido su sueño. “Han sido muchos años de lucha en los que me he preparado a fondo, gracias a la ayuda de Luis y de Eva, mis orientadores en Aprompsi (entidad miembro de Plena inclusión Andalucía), que hasta me han facilitado prácticas en empresas. Sin ellos hubiera sido imposible”.

Una medida que ha sido acogida de forma muy calurosa en esta oferta de empleo público (OEP del SAS 2016-2017 y estabilización) ha sido la de la alteración del orden de prelación en la petición de destino, es decir, la posibilidad de que una persona con menor puntuación haya podido solicitar con preferencia un destino, antes que otras personas que obtuvieron una puntuación mayor. De esta manera, de las 215 personas que han conseguido plaza, tan solo 12 lo han hecho fuera de sus provincias, aunque en la mayoría de los casos se ha logrado adjudicar el ámbito territorial de mayor conveniencia, es decir, el destino más cercano a sus residencias.

“Algo inesperado es lo que ha sucedido en Jaén”, comenta José Antonio Otero, uno de los responsables de la Dirección General de Personal del SAS , “donde se estimaba un porcentaje de aprobados del 7,8% por su capacidad de absorción en su ámbito territorial, y que finalmente ha sido de un 33%”. Desde Aprompsi, Luis Lara, técnico de Orientación Laboral de la entidad, nos explica que “en Jaén ha habido más adjudicatarios que plazas, al contrario de lo que ha ocurrido en Málaga, por lo que hemos contado con el apoyo de Fundatul para poder apoyar a las personas a adaptarse a su puesto de trabajo y a una ciudad nueva”.

Desde Fundatul, entidad miembro de Plena inclusión Andalucía ubicada en Marbella, se han trasladado hasta la capital un vez por semana durante al menos dos meses para hacer seguimiento. “Desde el primer día que llegaron estábamos ahí. Las familias han mostrado un agradecimiento enorme porque las 4 personas que han llegado desde Jaén han conseguido adaptarse a su puesto”, afirma Vanessa Ruiz, técnica de acompañamiento de la entidad. La figura del técnico de acompañamiento ha sido fundamental en el proceso de incorporación a los puestos de trabajo: han mediado entre los adjudicatarios y sus responsables directos elaborando para cada trabajador un programa de adaptación al puesto, para que pudieran desarrollar mejor sus funciones y adaptarse mejor al día a día del centro de trabajo. “Dos de las personas sí han necesitado adaptaciones y tienen apoyo más directo de algún compañero para poder hablar de puestos efectivos, que es lo que todos queremos, por eso es necesario que esta información tan valiosa tanto para los centros sanitarios como para los propios interesados estuviera incluida como parte indispensable dentro del proceso de incorporación, así todo funcionaría más rápido y sería mejor para todos”.

 

Adaptaciones al puesto

Es el caso de Lorena Ortiz, que después de dedicarle muchas horas de estudio y, al mismo tiempo que cursaba un grado medio y un grado superior, consiguió sacarse su plaza. Aunque echa mucho de menos su pueblo, asegura que está muy contenta en su puesto de trabajo, pero que al principio le costó un poco y que sin Vanessa (de Fundatul) no hubiera sido lo mismo.

De los 23 alumnos del área de Formación para el acceso al Empleo Público de FEPROAMI, entidad miembro de Plena inclusión Andalucía, 15 aprobaron y 15 accedieron a una plaza en el SAS. Así, Alicia Sánchez, afirma que “desde Feproami  podemos destacar con agrado la cálida acogida que el grupo y personal de apoyo hemos recibido de la dirección, responsables y personal de los distintos hospitales y centro de salud de la provincia. Han mostrado una actitud abierta, flexible y facilitadora desde el primer momento, tanto a la hora de ubicarles en sus correspondientes puestos, como a la hora de ir ajustando y re-ajustando sus tareas y funciones”. También en esta provincia ha habido que reubicar a una persona y adaptar sus funciones. “En este caso, el director del hospital se ha mostrado desde el momento cero muy comprometido, facilitando los cambios y adaptaciones necesarias. Hoy por hoy continúa su evolución, en coordinación con nuestro personal de apoyo”, asegura Sánchez.

Algo parecido ha sucedido en Motril, donde la directora del hospital ha consentido y promovido el traslado de Patricia Espinosa a un centro de salud de su ciudad natal, Jaén, para poder continuar con un tratamiento sanitario importante. “Tengo problemas de corazón, así que le expliqué mi caso a la directora y ella hizo lo posible por ayudarme para que siguieran viéndome mis médicos».

 

Entornos y personas accesibles

Pero además de estas medidas de ajuste, para garantizar la inclusión, las personas con discapacidad intelectual necesitan personas accesibles y entornos accesibles en los centros de trabajo. Lorena, que ya tenía experiencia laboral porque la llamaron de la bolsa de empleo del SAS antes de incorporarse a su actual puesto de trabajo, sí que declara haber notado en ocasiones que le han tratado de forma diferente que al resto, “en algunos trabajos me han puesto a hacer las cosas más fáciles sin darme la oportunidad de aprender otras tareas”. Por su parte, Juan Antonio, dice que lo que le gusta en su trabajo es hacer cosas diferentes e ir variando, no hacer siempre lo mismo, “que es lo que ocurre algunas veces, que te ponen todo el rato a ensobrar”, nos explica.

“Para los trabajadores sin discapacidad es difícil asumir que se incorporen personas que en sus primeros días quizá tienen problemas para encender el ordenador, por ejemplo”, nos cuenta Vanesa Ruiz, de Fundatul, “por eso es tan importante sensibilizar y explicar las necesidades de las personas con discapacidad intelectual en los centros de trabajo, y una vez hecho esto, la acogida es diferente”.

 

Nuevas medidas

Arturo Domínguez, coordinador de procesos selectivos y movilidad de la Dirección General de Personal del SAS, señala el entusiasmo que ha provocado en muchos centros la incorporación laboral de estas 215 personas. “Es la primera vez que lo hacemos con una magnitud así: se han ofertado de más de 25000 plazas, ha sido un proceso complejo y nos llena de satisfacción el hecho de que esta sea la primera vez que hemos sacado plazas para personas con discapacidad intelectual y las hemos adjudicado”.

De esta experiencia, añade Otero, valoramos enormemente el trabajo cooperativo con los centros periféricos, con los equipos directivos de los centros y especialmente enriquecedora ha sido la colaboración con el movimiento asociativo, algo valiosísimo por su conocimiento y relación con las familias de las personas con discapacidad intelectual, que nos ha permitido entender las expectativas y dificultades de una organización tan compleja y especializada como es Plena inclusión Andalucía”.

De todo ello, según anuncia Otero, hay consecuencias directas para la próxima convocatoria, que será independiente para personas con discapacidad intelectual, “de hecho, cuando se convoque, saldrá con número de plazas específicas de cada categoría”. Otra de las consecuencias es la participación en la elaboración de un protocolo de apoyos para personas con discapacidad intelectual en el puesto de trabajo, que lidera Plena inclusión España y en el que también participa Plena inclusión Andalucía. Además, existe sobre la mesa la creación de tribunales diferenciados, afinar las lecturas recomendadas en relación con los temarios de examen y la intención de desarrollar elementos que tengan que ver con la recepción de los candidatos: grupos de apoyo, preparadores laborales, definir mejor los puestos, o la creación de la figura del tutor, es decir, compañeros de trabajo que apoyen a las personas con discapacidad intelectual en sus puestos de trabajo y que obtengan un reconocimiento laboral.

Desde Plena inclusión Andalucía, María Viejo resalta «nuestro agradecimiento al Servicio Andaluz de Salud y a todas las Administraciones públicas que nos ofrecen la posibilidad de colaborar con ellas y que se esfuerzan por hacer  procesos selectivos accesibles a personas con discapacidad intelectual e incorporar medidas de discriminación positiva y de adaptación en el puesto de trabajo y nuestro especial agradecimiento a todas las entidades miembro de nuestro movimiento asociativo, colaboradoras en toda la comunidad, y de manera especial a: A Toda Vela, Feproami, Asansull, Albasur, Aprompsi, Fundatul, Aprose y profesionales de Plena inclusión Andalucía en Córdoba, Granada y Huelva, que han tenido un destacado en relación a las incorporaciones al Servicio Andaluz de Salud».

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