La evolución de la formación online de los cursos de preparación de oposiciones

La evolución de la formación online de los cursos de preparación de oposiciones

Este contenido está en lectura difícil Este contenido NO está adaptado a Lectura Fácil

A los pocos días del inicio del confinamiento, desde esta misma página web, os informábamos de la firme intención de continuar con los cursos de preparación de oposiciones para personas con discapacidad intelectual. Para ello, el área de Empleo de Plena inclusión Andalucía ha volcado gran parte de su esfuerzo en sistematizar de manera telemática dichos cursos, que se estaban impartiendo de forma presencial en Córdoba, Huelva, Málaga y Sevilla, y a través de los cuales se benefician aproximadamente 100 alumnos, gracias también a la financiación de varios proyectos, como proyecto POISES, financiado por Fundación ONCE, y también a proyectos subvencionados por la  Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía y del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar social, ambos con cargo a las asignaciones tributarias del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Hemos hablado con algunas personas que forman parte de esta iniciativa, tanto formadores como alumnos, para ver cómo se está desarrollando esta tarea bajo el nuevo día a día que ha generado el Estado de Alarma.

Para empezar, los alumnos de las clases preparatorias de Ayudante de Gestión y Servicios Comunes del Ministerio de Política Territorial y Función Pública y de Auxiliar Administrativo de la Administración General de la Junta de Andalucía, han tenido que adaptarse a las nuevas circunstancias y adquirir unos nuevos hábitos de estudio basados en la comunicación a través de su ordenador. Precisamente el uso de las nuevas tecnologías es la gran diferencia entre las dos modalidades, la presencial y la online, siendo la primera la que prefiere la gran mayoría de estudiantes con los que hemos hablado. Es el caso de Francisco Javier Sánchez Delgado, al que no le gustan las nuevas tecnologías: «es nuevo, raro y distinto y lo llevo regular porque prefiero el contacto con las personas, y para el tema de la comunicación lo dificulta un poco, las dudas a veces se pueden quedar atrás». En este punto coincide Joaquín Rodríguez Rodríguez, de 42 años, «el trato cambia mucho frente a una pantalla que de persona a persona, no es lo mismo por ejemplo para dudas rápidas o lo que sea, a mí no me gusta interrumpir, aunque es verdad que luego siguen resolviéndote todas las dudas individualmente, por teléfono o por correo».

En este sentido, Isabel Sánchez, formadora del curso de Ayudante de Gestión y Servicios Comunes, afirma que “hemos necesitado nuestro periodo de adaptación a una nueva forma de impartir las clases de preparación de oposiciones, lo que ha supuesto adquirir nuevas competencias en el manejo de recursos tecnológicos y herramientas online tanto para los formadores como para el alumnado, sin embargo, superado el proceso de adaptación, la experiencia está siendo muy enriquecedora».

Marta Labrador vive a las afueras de Sevilla con sus padres y tenía que trasladarse en autobús hasta la sede de Plena inclusión para asistir a clase, así que ahora considera que la formación online es más cómoda porque no implica desplazamientos. Aunque también nos cuenta que «al llevar tanto tiempo encerrados en casa, las clases pesan un poco y cuesta mucho concentrarse”. Todo lo contrario piensa Teresa Moreno, de 33 años, que echa de menos coger el autobús y moverse para ir a clase y, a pesar de que afirma que le gustan las dos modalidades, añora el trato directo con compañeros y profesores,  por lo que prefiere la modalidad presencial. Para ella lo más destacable de esta situación es que “era la primera vez que se daban clases de preparación de oposiciones en Sevilla y el que no se haya parado todo debido al Coronavirus es muy bueno”.

A las circunstancias generales provocadas por el cambio de modalidad, se suman las personales. Joaquín Rodríguez, a sus 42 años, es padre de 3 hijos de 14, 12 y 7 años. En casa son 6 porque además vive la hermana de su mujer con ellos, que tiene 10 años. Su trabajo en una fábrica de reciclajes acabó justo antes de iniciarse el confinamiento, así que ahora, sin ingresos económicos, cuentan tan solo con la ayuda de los abuelos y de un colegio cercano al que acuden a recoger alimentos. “Estamos aguantando el tirón, no nos queda otra”, dice Joaquín, que espera poder presentarse a la próxima convocatoria de las oposiciones que se está preparando, las de Ayudante de Gestión y Servicios Comunes.

La situación de Francisco Javier, Curro, como le llaman todos, también es reseñable, ya que, según su madre, Carmen, con quien también hemos hablado, “al tener Síndrome de Asperger el cambio en sus rutinas le afecta en que no presta la misma atención y le gustaría que todo volviera a la normalidad”.

Raquel Blanco, formadora del curso de  Auxiliar Administrativo, arroja algo importante al respecto: “como todas las novedades que se plantean en nuestras vidas, al principio, se toman con inquietud e incertidumbre y un pensamiento inevitable, «¿seré capaz?». Los alumnos y alumnas están demostrando que son capaces de adaptarse a esta alternativa que les hemos planteado y la verdad que me han sorprendido y me hacen sentir feliz. Le ponen mucho interés y entusiasmo y creo que es una ventanita en la que seguimos con nuestra «rutina»,  en esta situación que nos ha tocado vivir”.

Isabel Sánchez también ahonda en que la participación y motivación del alumnado es bastante alta, “la formación online nos brinda un espacio donde compartir contenidos, resolver dudas y mantener el contacto visual, aunque sea través de una pantalla”. Por su parte, María Viejo, responsable del área de Empleo de Plena inclusión Andalucía añade “es la primera vez que realizamos formación online destinada a un número tan elevado de personas con discapacidad intelectual y ciertamente teníamos dudas sobre la viabilidad de la formación. La realidad ha superado nuestras expectativas. La motivación, la constancia, el afán de superación de las personas opositoras y el apoyo familiar en muchos casos, ha contribuido a que la formación online de oposiciones se haya convertido en una realidad a día de hoy. ”

 

Scroll al inicio